Nos llamó la atención el stand de Ikea, que celebraba su 80 cumpleaños, y que presentó la historia de la marca en el Padiglione Visconti bajo el lema "Ensamblando juntos el futuro". De acuerdo con la visión del diseñador y director creativo de IKEA, Marcus Engman, toda la exposición giraba en torno al pasado, el presente y el futuro. En los espacios ocupados por la marca, nos llamó la atención un árbol vivo, traído para presentar el futuro no sólo de la marca, sino de todo el planeta: simbolizaba el retroceso hacia la ecología y la sostenibilidad, sin las cuales la humanidad no puede sobrevivir. Los diseñadores de IKEA son conscientes de ello, y no son los únicos. El tema de la feria de este año era la responsabilidad medioambiental, y por eso contó con stands amables y productos diseñados con el espíritu del "residuo cero". La propia feria se organizó de forma que se redujeran los residuos y la cantidad de recursos utilizados.
La feria reforzó nuestra convicción de que cada vez más consumidores son conscientes de que la crisis climática es una realidad y demandan productos y soluciones respetuosos con el medio ambiente, a lo que los diseñadores deben responder incorporando a sus diseños materiales reciclados, orgánicos, madera y recurriendo a fuentes de energía renovables.
Además de la tendencia ecológica, nos llamaron la atención los nuevos Objets Nomades de Louis Vuitton, presentados en un espacio especialmente diseñado, en el histórico Palazzo Serbelloni (Brera). Por sexta vez, los diseñadores reunidos en torno a la marca presentaron 11 nuevos Objets Nomades: muebles imaginativos a la par que funcionales y objetos de diseño inspirados en los viajes. Destellos, colores puros, formas poco evidentes: éstas eran las señas de identidad de lo que podía admirarse en el espacio ocupado por la marca. En particular, llamó la atención la versión brillante y espejada de la silla "capullo" de los hermanos Campana. En el patio principal también se exhibía un ejemplo de "arquitectura nómada": un pabellón de aluminio calado que relucía al sol, diseñado por Marc Fornes. Su diseño se inspira en las formas tubulares del coral: al parecer, fue uno de los más comentados en Instagram de la edición de este año.
Los invitados de honor a la Semana del Diseño de Milán fueron Philippe Starck y también Karim Rasheed, que en colaboración con Sans Souci -un destacado diseñador y fabricante de instalaciones de vidrio e iluminación- desvelaron el resultado de su trabajo, el proyecto CHIN CHIN. Al borde de una instalación artística, rica y moderna, intrigaba y jugaba con la percepción del espectador: instalaciones fluidas en tonos dorados, que le tentaban, creando una interesante ilusión óptica. Las instalaciones consistían en elementos de cristal formando copas doradas de diferentes tamaños, suspendidas de anillos de cristal y acabadas con un nanorevestimiento degradado. El efecto creaba una ilusión, un intrigante efecto fata morgana. Los vasos parecían llenos mientras permanecían vacíos; además, colgaban boca abajo.
La Semana del Diseño de Milán de este año nos dejó una serie de reflexiones sobre las formas que dominarán en un futuro próximo el diseño en sentido amplio: los diseñadores apuestan sin duda por formas seguras y circulares que nos llamaron la atención por el hecho de que nosotros mismos confiamos en esta forma. En cuanto a nuestro enfoque del diseño, también nos acercamos a la idea de residuo cero y sostenibilidad. Vivimos en una época en la que es imposible tomar decisiones empresariales sin reflexionar también sobre el estado del mundo en que vivimos.